¿Sabías que sentirte angustiado/a por subir de peso en estas festividades navideñas te engorda MÁS que la comida que estás comiendo? En este artículo de darás cuenta que son las emociones hacia lo que comes lo que está haciendo que tu cuerpo se aferre a esos kilos de más.
Primero que nada, te quiero explicar lo que pasa en tu cuerpo cuando tienes emociones negativas hacia lo que estás comiendo. Entonces vamos a explorar el sentimiento de culpa…. Por ejemplo, si te comes una rosca navideña y después te sientes culpable o te juzgas por habértela comido, el hipotálamo (que se encuentra en tu cerebro) va a registrar esta señal negativa y va a mandar señales a las fibras de tu sistema nervioso autónomo. Esto a su vez inicia señales inhibitorias en tu aparato digestivo, lo que significa que no estarás metabolizando tu rosca de manera completa. Cuando las señales inhibitorias disminuyen, tu capacidad de quema calórica también disminuye, lo que causará que deposites tu “rosca navideña cargada de culpa” como grasa corporal.
No solamente los sentimientos que pasan por tu corazón acerca de la comida se convierten reales en tu cuerpo por medio del sistema nervioso central, sino que también impactan de manera directa a tu sistema hormonal. La tiroides es una glándula que se encarga, entre otras funciones, de regular el poder metabólico del cuerpo. Usando el ejemplo anterior, si tu actitud ante la rosca navideña es sana y positiva, se genera una respuesta en la que se libera la hormona tiroidea, lo que incrementa el metabolismo en cada una de tus células. En cambio si tu actitud ante esta es de ansiedad y culpa, la hormona tiroidea se inhibe, lo que se traduce como un menor metabolismo y un aumento de depósito de grasa corporal.
Toda culpa en relación a la comida, negatividad acerca de tu imagen corporal o ansiedad a la hora de comer se registran de igual manera en tu cuerpo y causan reacciones bioquímicas que aumentan la producción de toxinas, disminuyen tu capacidad metabólica y tus procesos digestivos.
También cuando tienes emociones negativas hacia tu comida, generas un estado de estrés crónico en tu cuerpo, y esto también afecta tu metabolismo y bioquímica porque tu estado natural de sanación se interrumpe y como resultado tu metabolismo se altera.
En otras palabras, puedes estar comiendo un platillo que se considera “engordante”, pero si tu cabeza está tranquila y estás viviendo desde ese centro de paz, amor y disfrutando de los momentos navideños con tus seres queridos, el poder nutritivo de ese platillo se verá totalmente aumentado. Y de la misma manera, puedes estar comiendo ese mismo platillo “engordante” pero si tus sentimientos son de ansiedad y culpa, ese platillo se depositará como grasa corporal mucho más fácilmente.
Con esto quiero que te des cuenta de la importancia y el impacto que tienen las emociones ante tu peso, tu acumulación de grasa corporal y la manera en que metabolizas los alimentos. Es realmente sorprendente y maravilloso aprender que hay otra manera de vivir más allá de las dietas y que tu cuerpo se puede mantener en su peso ideal por el resto de tu vida si sabes cómo dirigir tus pensamientos y emociones ¡Y esto es justamente lo que enseño en mis consultas de nutrición!
¡Espero que con estas palabras te des la oportunidad de disfrutar de estas fechas navideñas con amor, libertad y paz hacia tu cuerpo y la comida!
Te deseo mucha felicidad en estas épocas navideñas,
Monica
Con cariño,
Monica Hefferan
Monica es nutrióloga, autora y fundadora de Nutrición Energética. Participa como experta de nutrición en Tv y radio y sus estudios profesionales incluyen una Licenciatura en Nutrición, y dos Maestrías en Educación de Nutrición y Nutrición Holística de la Universidad de Columbia en Nueva York. La puedes contactar en IG @nutricion.energetica y en su página web: www.monicahefferan.com