Un poco sobre Sarai's
Un spread perfecto combina muchísimas cosas: ingredientes de calidad, textura increíble y la mezcla ideal de sabores. Y crear los spreads perfectos no fue de un día para otro, estuve años perfeccionando las recetas para que este producto cobrara vida.
Soy Sara, pero muchos me dicen Sarai, y como todo nació de mí, decidí ponerle así a la marca. En mi cocina la prueba y error se convierten en algo delicioso. En cada frasco hay un poco de mí: de mi amor por la comida, por el bienestar y por lo saludable. Siempre busco mejorar, a veces eso significa cambiar una receta y otras conectar con mis clientes.
Hacer spreads se parece mucho a la vida: necesitas salir de tu zona de confort para probar cosas diferentes, encontrar el balance y nunca perder la esperanza. Cada cucharada está llena de propósito. Y no se me ocurre mejor regalo que compartir eso con los tuyos. De eso se trata Sarai’s.
Nací en una familia en la que la convivencia gira en torno a la comida. Mis dos abuelas son grandes cocineras; Emilia hace postres deliciosos y la casa de Sara siempre huele a la mejor comida árabe. Desde niña fui creativa, curiosa y siempre tuve un pie metido en la cocina.
Viví 6 años en Miami y tenía dos hobbies favoritos: hacer manualidades y cocinar pasteles. Hacía jabones, hacia bolsas con mis jeans o pasaba el día entero cubierta de chocolate y azúcar glass. Lo que más me gustaba era compartir mis creaciones, así que me sentaba en el lobby y le vendía a mis vecinos lo que había hecho esa mañana.
Pensé en estudiar nutrición o gastronomía y estudié Dirección de restaurantes algunos semestres, pero decidí que la práctica me apasionaba más que la teoría. Por eso todas mis recetas nacieron de experimentos. Esa filosofía la aplico en la cocina y en mí. Intento mejorarme todo el tiempo, aprender de mis errores y dar siempre el 100%.
De hacer pasteles, jabones y merengues, pasé a hacer spreads. Así soy, me encanta probar cosas nuevas y por eso en Sarai’s siempre hay una sorpresa cocinándose. Cuando me casé con Edu, empezó un nuevo capítulo en mi vida, y mientras decidía qué iba a hacer experimentaba en mi cocina. Una tarde me encontré a una amiga, me dijo que había escuchado que estaba haciendo unos spreads naturales y nutritivos. Aunque los hacía solo para mi familia, le regalé uno y le encantó. Así que aproveché el procesador de alimentos que me habían regalado de bodas y empecé a venderlos.
Y bueno, el resto ya es historia... pero si quieren conocer más los invito a ver el siguiente video!